La anestesiología es una especialidad global que exige de nosotros una visión amplia del paciente. En cierta ocasión un compañero me comentó que los anestesistas éramos como los internistas del quirófano. Una visión que no considero desacertada. Sin embargo debemos mantener una constante batalla por atender al paciente en el entorno perioperatorio para poder brindar una mejor calidad asistencial ( y muchas veces sin el apoyo institucional necesario).
Si tenemos en cuenta que una de las mayores preocupaciones del enfermo es la atención a su dolor tras el proceso quirúrgico parece claro que debemos atender de forma precisa su demanda. La visita postanestésica como concepto incluiría algo más que el dolor postoperatorio, y sería una oportunidad excelente para pulsar el grado de satisfacción con el proceso quirúrgico por parte del paciente al mismo tiempo que nos podría servir de autoevaluación en el desarrollo de nuestra labor. El modelo de unidades de dolor que se está implantando en Europa es un modelo basado primordialmente en enfermería (modelo de bajo coste) sin embargo en España en 2008 sólo aproximadamente el 10% de los hospitales reconocían tener una Unidad de Dolor Agudo Postoperatorio ( y habría que valorar como está desarrollada para saber si realmente podemos definirla así).
Mi experiencia con la visita postanestésica es que actualmente es muy difícil de llevar a cabo si el personal no cuenta con el apoyo hospitalario. En mi caso, no me es posible visitar en la planta de hospitalización a cada paciente que anestesio. Sin embargo contamos con una unidad de dolor agudo postoperatorio de más de 3 años de evolución y cuyo peso recae sobre una excelente profesional de enfermería que ha sido entrenada para ello. Realizamos visitas a diario a cada paciente antes del alta, evaluando su dolor y registrando posibles efectos adversos. Les pasamos una encuesta de satisfacción sobre la atención anestésica y obtenemos información día a día de la evolución de dicho paciente, prestándonos a resolver las dudas o los problemas que puedan surgir en el postoperatorio. Creo que es la manera más factible hoy por hoy de llevar a cabo una visita postanestésica.
No parece que esta consulta vaya a ser fácil de conseguir a corto plazo en nuestros servicios de salud. Las carencias son muy heterógeneas entre hospitales, pero teniendo en cuenta que existe un porcentaje no desdeñable de centros donde la consulta preanestésica aún no evalúa al 100% de pacientes o donde la asistencia epidural para el parto no está desarrollada a tiempo completo parece claro que por ahora es poco viable más que de forma individual y en casos seleccionados, para la mayoría de profesionales de nuestro país.