Inicio Blog Página 4

El hidroxietilalmidón y Joachim Boldt

 

En plena discusión científica sobre si el hidroxietilalmidón debería o no estar disponible (la Agencia Europea del Medicamento quiere su retirada mientras que la FDA ha publicado unas recomendaciones), no deja de llamar la atención la historia de Joachim Boldt y sus récords.

 

Si la expresión “de héroe a villano” puede aplicarse en alguna situación, ésta sin lugar a dudas le viene como anillo al dedo. De líder clínico internacional en el mundo de los coloides a estar bajo investigación criminal por falsedad en más de 90 estudios.

 

En Febrero de 2013, la prestigiosa revista JAMA publicó un metaanálisis sobre la utilización del hidroxietilalmidón en pacientes críticos que contenía 7 estudios de Boldt, cuyo peso específico era tan importante como para concluir que no existía un incremento en la mortalidad, mientras que al excluir sus trabajos, la conclusión cambiaba y sí que se detectaba un aumento significativo de la mortalidad. Curiosamente los únicos trabajos que mostraban un beneficio con la utilización de hidroxietilalmidón eran de Boldt, mientras que en el resto se mostraba perjudicial. No obstante, esta conclusión no ha podido ser confirmada por la Cochrane Collaboration en una investigación interna sobre la posible influencia de los trabajos de Boldt en la conclusión final del hidroxietilalmidón.

 

Así las cosas, nada más y nada menos que 90 retractaciones de Boldt conforman todo un récord digno del Guiness (sólo superado por Yoshitaka Fuji con 183 retractaciones) principalmente por la falta de aprobación del comité de ética además de otros posibles datos falsos o maquillados. De hecho, la fama ya le persigue y ha hecho que recientemente el European Journal of Anaesthesiology se haya retractado de un artículo realizado por antiguos colaboradores de Boldt “Supplemental oxygen reduces serotonin levels in plasma and platelets during colorectal surgery and reduces postoperative nausea and vomiting”.

 

Todo esto parece indicar la enorme controversia que rodea este tema y, esperemos que no se convierta en un chivo expiatorio que acabe definitivamente con el hidroxietilalmidón, ya que si bien  puede demostrarse su acción perjudicial en pacientes sépticos y con insuficiencia renal, muchos de nosotros sí que encontramos beneficios en determinadas situaciones del intraoperatorio. Serán necesarios más estudios para determinar el verdadero papel del hidroxietilalmidón en la práctica anestésica.

 

Por último, gran mérito de los lectores que mandaron mails y cartas al director extrañados por la poca variabilidad en los datos de Boldt, demasiado perfectos y no reproducibles, que acabaron por desenmascararlo y es que parece que el crimen perfecto no existe.

 

 

 

Lectura recomendada

Antonelli M, Sandroni C. Hydroxyethyl starch for intravenous volume replacement: more harm than benefit. JAMA. 2013;309:723-724.

Conoce a tus enemigos : Cuestionario Stop-Bang

 

 

Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es una victoria fácil.

                                                                                       Sun Tzu  – El arte de la guerra – 

 

 

 

Recientemente nos hacíamos eco en Twitter de un articulo publicado en Anesthesiology donde comparaba nuestra labor con la de un general en el campo de batalla, es por eso que comienzo el post citando uno de los libros más vendidos semana tras semana y que es la biblia de muchos brokers, empresarios e incluso gerentes hospitalarios. El Arte de la Guerra es un libro milenario que resume los conocimientos sobre táctica militar de su autor pero que bien puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida, porque al fin y al cabo qué es la vida sino una lucha por la supervivencia. Evidentemente no se puede resumir el libro en una frase pero sí hay una idea que prima sobre las demás: «El mejor guerrero es aquél que no necesita luchar». Se trata de un juicio que nos es totalmente familiar pues nosotros al igual que el guerrero ganaremos más batallas cuanto más capaces seamos de anticiparnos a ellas, evitando que sucedan, nuestros pacientes lo agradecerán y nuestras coronarias también. Si alguien desea un símil se puede decir que nuestra labor debe ser silenciosa y astuta como la de un eficaz guerrero.

En el día de hoy os presento a nuestro enemigo: SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño), ya se que es de sobra conocido por todos vosotros pero no viene mal repasar cuáles son sus armas y dónde puede vencernos.

 

1.- SIGILO:

Dicen del diablo que su mejor arma es que se dude de su existencia, algo parecido podemos decir del SAOS. Se trata del trastorno respiratorio más frecuente y afecta a un 5% de la población sin embargo el 93% de las mujeres y el 82% de los hombres permanecen sin diagnosticar, no es raro por tanto que preguntar por esta afección directamente nos resulte frecuentemente inútil, por tanto hay que investigar su existencia.

2.- SIEMPRE COMBATE EN GRUPO:

Lo peor que nos puede ocurrir en el campo de batalla es que nos ataquen por varios flancos, pues justamente es lo que debemos esperar de un paciente con SAOS y es que casi siempre nos vamos a encontrar con diversos frentes, así en las siguientes enfermedades la apnea obstructiva está asociada en el porcentaje que indicamos:

  • Cardiacos:   hipertensión resistente a tratamiento ( 63-83% ),insuficiencia cardiaca congestiva (hasta un 76%),cardiopatía isquémica (38%), fibrilación auricular (49%), otras arritmias (58%).
  • Respiratorios:   asma (18%) , hipertensión pulmonar (77%).
  •  Neurológicos:  ACV (71-90%)
  • Metabólicos:  DM tipo II (36%), hipotiroidismo (45%), obesidad mórbida (50-90%).

3.- NO SE RINDE:

El SAOS es un enemigo al que no puedes dar por derrotado en ninguna de las fases de la batalla pues es capar de guerrear tanto en el preoperatorio (deteriorando el estado general del paciente a través de sus comorbilidades acompañantes), como en el intra (el porcentaje de vía áerea dificil es «8 veces» superior que en pacientes sanos) como en el postoperatorio (obstrucción de la vía aérea, taquiarritmias, hipoxemia, atelectasias, isquemia, neumonía y prolongación del tiempo de hospitalización).

Una vez que constatamos que es un formidable adversario, ¿no es lógico evitar el enfrentamiento planteando técnicas que soslayen la necesidad de anestesia general o sedación profunda?, y si la batalla es inevitable ¡al menos que la hayamos previsto! No vamos a entrar en las armas que emplearemos para derrotarlo porque eso sería objeto de otro post , pero sí en las que usaremos para identificarlo: lápiz, papel y cinta métrica de sastre.

El gold standard diagnóstico del SAOS es por supuesto la polisomnografía pero se trata de un estudio costoso y que no siempre está disponible con relativa facilidad por lo que dado la limitación de recursos que tenemos en la consulta deberemos de realizar algún screening que nos permita despistarlo, básicamente existen dos: la pregunta de toda la vida y los cuestionarios serios.

-¿UD. RONCA?

No hay que subestimar la pregunta pues estamos ante una intervención sencilla y con una sensibilidad muy alta, el problema es que se trata de una pregunta totalmente inespecífica y más teniendo en cuenta que muchas veces el paciente no sabe si lo hace ni su pareja puede atestiguarlo (eso si la tiene).

-CUESTIONARIO STOP-BANG:

No es el único pero sí el más eficaz con una sensibilidad del 93% al 100% según estudios y con una especificidad del 43%. Así podemos decir que si el cuestionario es negativo el paciente no tiene SAOS con seguridad, y que sí lo tiene en la mitad de casos que resulte positivo, pero dado el riesgo que representa en quirófano este síndrome parece mejor ser precavidos en exceso que pecar de confiados.

El cuestionario se compone de 4 preguntas y 4 exámenes exploratorios que en inglés forman el acrónimo STOP-BANG:

  • S – noring

    – ¿Ronca tan alto que incluso podría escucharse desde otra habitación? SI / NO

  • T – ired

    – ¿Con frecuencia se encuentra fatigado o somnoliento durante el día? SI / NO

  • O – bserved

– ¿Ha observado alguien que haga pausas al respirar mientras duerme? SI / NO

  • P – ressure

– ¿Ha sido o es tratado de hipertensión arterial? SI / NO

  • B – MI

– IMC mayor de 35 kg/m2 SI / NO

  • A – GE

– Edad mayor de 50 años SI / NO

  • N –eck

– Circunferencia cervical mayor de 40 cms SI / NO

  • G – ender

– Género masculino SI / NO

3 o más respuestas afirmativas indican un riesgo de casi 50% de padecer SAOS mientras que si las respuestas son 2 o menos el riesgo es casi nulo.

 

Bibliografía Recomendada:

 

Obstructive sleep apnea: preoperative assessment.

Edwin Seet, MBBS, MMeda, Frances Chung, MD, FRCPCb. Anesthesiol Clin. 2010 Jun;28(2):199-215

Clinical predictors of apnoea-hypopnoea during propofol sedation in patients undergoing spinal anaesthesia.

 Kim GHLee JJChoi SJShin BSLee ARLee SHKim MHAnaesthesia. 2012 Jul;67(7):755-9.

Identification and evaluation of the patient with lung disease.

Sweitzer BJSmetana GW.Anesthesiol Clin. 2009 Dec;27(4):673-86.

Caso Clínico. Sorteo de Massachusetts de Anestesia

Os presentamos un caso clínico al que seguro os habéis enfrentado en vuestra práctica habitual, se trata de que contestéis en los comentarios del post o a través de nuestra cuenta de Twitter y así poder participar en el sorteo de un ejemplar del libro Procedimientos en Anestesia del Massachusetts General Hospital entre los que acertéis. La respuesta se puede obtener de dicho manual. Podéis participar todos nuestros seguidores independientemente de donde seáis. El concurso estará abierto 48h tras las cuales comunicaremos el ganador. Agradecemos a la Editorial Panamericana nuevamente su atención con nuestros followers.

 

 

 

Paciente de 64 años de edad, con antecedentes personales de hipercolesterolemia, hiperuricemia y exfumador desde hace 12 años. Intervenido de forma programada por coxartrosis con artroplastia total de cadera derecha bajo anestesia espinal sin incidentes.

En las primeras tres horas del postoperatorio la diuresis es inferior a 0,5 ml/kg.

El diagnóstico y la actitud más correcta inicialmente es:

 

  1. Insuficiencia cardíaca congestiva posoperatoria. Administración de diuréticos.
  2. Oliguria posoperatoria. Administración extra de 250 a 500 ml de cristaloides.
  3. Necrosis tubular aguda por antibióticos. Adminitración de diuréticos.
  4. Isquemia renal posoperatoria. Bolo de manitol iv + furosemida.

Actualización: La respuesta es la 2. Oliguria Posoperatoria. Enhorabuena a la ganadora: @sifonteskarina

Remimazolam: ¿la sedación al alcance de todos?

Recientemente se han publicado los resultados de los ensayos de Fase I y II para una nueva benzodiazepina conocida como remimazolam (CNS 7056).

La principal novedad de este principio activo radica en su vía de metabolización que corre a cargo de las esterasas tisulares, una vía con la que los anestesiólogos estamos familiarizados y que representa un paso más allá en cuanto a seguridad debido a que es relativamente independiente de la edad y con menor índice de interacciones farmacológicas que sus compañeras de grupo, de metabolismo predominantemente hepático.

Las características de este fármaco serían una mayor rapidez de acción que midazolam  (pico de acción entre 1 y 3 minutos) con una vida media de eliminación menor, lo que en teoría lo hace más seguro a efectos ansiolíticos y sedantes en intervenciones de escasa duración. En los estudios llevados hasta ahora comparando una dosis de remimazolam 0.075-0.20 mg/kg con una dosis de 0.075 mg/kg de midazolam, el tiempo medio de recuperación evaluado mediante el test MOAA/S (Modified Observer’s Assessment of Alertness/Sedation) era de 2 a 8 veces menor oscilando la recuperación completa entre 5 y 20 minutos frente a los 40 de midazolam.

El perfil de este nuevo fármaco (aún no comercializado) parece hacerlo ideal para su uso por profesionales que requieren frecuentemente de la sedación en procedimientos no quirúrgicos y que por su escasa formación en el ámbito de la sedación, necesitan un mayor perfil de seguridad farmacológica para llevar a cabo sus exploraciones (endoscopias, broncoscopias…)

Sin embargo se plantean interrogantes con respecto a este nuevo producto, concretamente podríamos citar dos:

  •  Efecto rebote: debido a su escasa duración de acción quizás sea necesario evaluar previamente si el paciente está sometido a un estado de ansiedad tal que pueda hacer pensar en un efecto rebote que empeore el cuadro inicial por el que se administra, una vez desaparezca su efecto de forma temprana.
  • Precio: estamos asistiendo a una política de las grandes farmacéuticas de encarecer quizás desmesuradamente el precio de los fármacos nuevos para aprovechar el margen que les da la patente del producto, lo cual muchas veces cierra la expansión y aceptación de fármacos excelentes que de otra manera no se entiende que no estén totalmente difundidos (p.e. sugammadex).

 

En cualquier caso falta aún tiempo para que lo veamos a nuestra disposición pero es evidente que formará parte de nuestro arsenal terapéutico que pronto se va a ver completado por otros fármacos similares con un perfil más seguro que los actuales.

Bibliografía Recomendada:

 

Hypnotic and sedative drugs – anything new on the horizon?

Gin, Tony. Curr Opin Anaesthesiol. 2013 Aug;26(4):409-13.

 

Remimazolam: New Beginnings or Just a Me-Too?

Robert Sneyd. Anesth Analg. 2012 Aug;115(2):217-9

 

Teaching an old GABA receptor new tricks.

Trudell JR, Bertaccini E, Maciver MB.Anesth Analg. 2012 Aug;115(2):270-3

 

Procedimientos en Anestesia del Massachusetts General Hospital

Primero de todo decir que le tengo bastante cariño a esta obra, ya que fue mi primer libro de anestesia (tercera edición), y permaneció toda la residencia en el bolsillo de mi bata. Todavía lo conservo aunque seguro que esta octava edición se conservará aún mejor a tenor de la enorme calidad de encuadernación que tiene. Además dispone de 40 capítulos (siete más que la edición que yo tengo) más un magnífico Apéndice A que creo que es suficiente como para que sea imprescindible en la práctica clínica diaria de cualquier anestesiólogo. Como podéis suponer, el libro es eminentemente práctico tanto en forma como en fondo, y nos permite enfocar adecuadamente situaciones clínicas que no sean habituales para nosotros, o un primer acercamiento a nuevas rotaciones que vayamos encontrando en nuestro período de residencia.

Concretamente, revisando más a fondo, el capítulo 24 Anestesia para neurocirugía es excelente, y me parece muy meritorio resumir tanto conocimiento práctico en tan poco espacio. Sin embargo, no nos ha gustado tanto algunos fallos en la traducción que se repiten a lo largo del capítulo, como que  confunde el óxido nitroso con el óxido nítrico y no tienen nada que ver. En este sentido creo que ediciones anteriores estaban más «pulidas» contra gazapos  de ese tipo donde se pueden encontrar alguno que otro.

Otro tema muy en boga se aborda en el capítulo 12: bloqueo neuromuscular. Habla de «Indice de la secuencia de cuatro estímulos» en lugar de tren de cuatro o TOF, universalmente aceptado. Supongo que es la traducción. En el mismo capítulo en la página 175 habla de sugamadex®, y en realidad es incorrecto, puesto que el sugammadex (con dos emes) es el principio activo y no la marca comercial, de manera que no debe llevar ®. Recientemente ya ha cambiado la ficha técnica del sugammadex y ya no hay que esperar 24 h para volver a administrar rocuronio (esto habrá que tenerlo en cuenta para futuras ediciones). Respecto a la evidencia de recuperación de bloqueo residual (pág 176) discrepamos puesto que se acepta como definición de bloqueo residual un TOF<0,9 y, por supuesto, ninguna prueba clínica se acepta como fiable (de esto existe abundante bibliografía). De hecho, llama poderosamente la atención que de este capítulo la bibliografía más reciente se remonte al 2009, claro que no hay que olvidar que se trata de un compendio y no es nada fácil abordar tantos temas como lo hace el Massachusetts.

 

NOS HA GUSTADO: Enfoque clínico muy práctico de gran diversidad de temas (40 capítulos), en general de gran calidad. Muy buena encuadernación como nos tiene acostumbrados la Editorial Panamericana.

NO NOS HA GUSTADO: En general la traducción es mejorable, y un pulido final hubiera evitado la aparición de algún gazapo. El abordaje del bloqueo neuromuscular es mejorable.

 

En definitiva, vuelvo a tener uno de mis libros de anestesia favoritos en la bolsillo de mi bata.

 

 

Reintervención quirúrgica tras reversión con sugammadex…¿Rocuronio?

Desde que empezamos a utilizar el sugammadex para revertir el bloqueo residual por la administración de rocuronio en diferentes intervenciones quirúrgicas, una advertencia importante ha sido la reutilización de rocuronio en caso de reintervenciones, suceso no extraño en la práctica clínica.

La recomendación actual en tales circunstancias es que deben pasar al menos 24 horas para poder volver a utilizar rocuronio si previamente ha sido revertido con sugammadex. Por tanto, deberíamos recurrir a bloqueantes neuromusculares no esteroideos si se vuelve a requerir bloqueo neuromuscular.

Sin embargo, un estudio de Cammu y cols valora si, a pesar de la anterior recomendación basada en consideraciones farmacocinéticas conservadoras, en la práctica clínica podría administrarse una segunda dosis de rocuronio para reestablecer el bloqueo neuromuscular tras una reversión con sugammadex.

Para ello estudiaron a 16 individuos sanos que recibieron rocuronio a dosis de 0,6 mg/kg y, posteriormente, con una cuenta postetánica de 1-2 se les administró sugammadex a una dosis de 4 mg/kg. Tras la reversión del bloqueo, recibieron nuevamente rocuronio a dosis de 1,2 mg/kg en diferentes momentos: a los 5, 7,5, 10, 15, 20, 22,5, 25, 27,5, 30, 45 ó 60 minutos tras la administración de sugammadex.

Se midió especialmente:

Tiempo de inicio del bloqueo máximo (tiempo para llegar al T1 más bajo), y

Duración clínica del bloqueo (recuperación del 25% del T1).

 

  • 6 individuos recibieron la segunda dosis de rocuronio (1,2 mg/kg) 5 min tras la reversión con sugammadex. El tiempo medio necesario para la desaparición del T1 fue de 3 minutos (rango de 1,92 a 4,72 min).

 

  • Cuando la segunda dosis de rocuronio se administraba a más de 25 min tras la reversión con sugammadex, el tiempo medio de inicio fue de 1,7 min, casi la mitad que en el caso anterior.

 

La duración del bloqueo también se vio afectada, siendo de 18 minutos en el grupo de individuos que recibieron tempranamente la segunda dosis de rocuronio, frente a 38 min cuando esta segunda dosis se administraba más tardíamente (> 25 min).

 

En voluntarios sanos, el restablecimiento del bloqueo neuromuscular tras una reversión con sugammadex se consiguió de una manera rápida con rocuronio  a dosis de 1,2 mg/kg, si bien es algo más lento si la administración del bloqueante acontece en los primeros 5 min tras la reversión con sugammadex. Así mismo, la duración del bloqueo también es menor es estos casos.

Y todo esto ha tenido un importante repercusión en la ficha técnica de sugammadex, cuyo extracto podéis ver aquí:

FTbidrion

 

En definitiva, parece que podemos utilizar rocuronio sin problemas en caso de reintervenciones que, por otro lado, suelen acontecer con cierta demora tras la reversión de la primera cirugía (seguro que la gran mayoría más de 5 minutos). Por otro lado y dado que el estudio se basa en voluntarios sanos, nuevamente queremos recalcar las importancia de la monitorización. De esta forma, ganaremos experiencia en estos casos acerca de tiempo necesario para alcanzar el bloqueo máximo así como de la duración del mismo.

 

Lectura recomendada

1. Van den Heuvel M, Suy K, Morias K, al E. …  of rocuronium 1.2 mg kg− 1 after reversal of neuromuscular block by sugammadex 4.0 mg kg− 1 in anaesthetized healthy volunteers: a modelling-based pilot study. British journal of  … 2010.

Revirtiendo el bloqueo neuromuscular con TOF en fase de recuperación (4 respuestas) ¿Sugammadex o neostigmina?

 

 

Ya sabemos que no es posible revertir un nivel de bloqueo T1 con neostigmina. La recomendación clásica es con dos y mejor tres respuestas al TOF, si bien, tendremos mayores posibilidades de alcanzar el TOF> 0,9 y evitar el bloqueo residual administrando neostigmina con las cuatro respuestas del TOF presentes.

 

Un artículo procedente de Hungría y publicado en Anesthesiology de Julio de 2013 muestra unos interesantísimos datos acerca de la conducta a seguir cuando, al final de la cirugía, observamos una recuperación espontánea del TOF con aparición de cuatro respuestas. En concreto estudian 80 pacientes con dosis inferiores de sugammadex a las recomendadas:

 

Las posibilidades para alcanzar el TOF de 1 son:

 

Neostigmina 0,05 mg/kg 8,5 ± 3,5 min

Sugammadex 2 mg/kg 1,8 ± 0,9 min

Sugammadex 1 mg/kg 2,1 ± 0,8 min

Sugammadex 0,5 mg/kg 4,1 ± 1,9 min

 

A la vista de los resultados, el sugammadex a DOSIS INFERIORES  a las que estamos acostumbrados a manejar es capaz de alcanzar un TOF ratio de 1 a partir de la presencia de cuatro respuestas en el TOF alcanzadas de manera espontánea (fase de recuperación) de manera rápida a dosis de 1 mg/kg aunque también es eficaz a dosis de 0,5 mg/kg aunque necesite mayor tiempo para ello, estadísticamente significativo (clínicamente perfectamente asumible por otra parte). Además, en caso de utilización de neostigmina, el tiempo necesario para alcanzar un TOF ratio de 1 fue el doble de la dosis más pequeña de sugammadex (0,5 mg/kg).

 

Muy recomendable la lectura del editorial publicado en el mismo número de la revista y del que la casa comercial debería tomar buena nota:

 

necesitamos NUEVAS PRESENTACIONES de sugammadex de por ejemplo 100 mg y 25 mg que abaratarían su utilización y un mayor número de pacientes podrían beneficiarse de su rápida y completa acción en detrimento de la neostigmina, especialmente en los casos de cuatro respuestas al TOF al final de la cirugía.

 

Por último. es importante destacar que si la monitorización que estamos utilizando es cualitativa,  a partir de un TOF ratio de 0,4 percibiremos las cuatro respuestas iguales, lo cual es importante si vamos a utilizar neostigmina, puesto que si la recuperación espontánea es ya completa o casi, la administración de neostigmina en estos casos puede provocar debilidad muscular.

 

Lectura recomendada

1. Pongrácz A, Szatmári S, Nemes R, Fülesdi B, Tassonyi E. Reversal of Neuromuscular Blockade with Sugammadex at the Reappearance of Four Twitches to Train-of-four Stimulation. Anesthesiology. 2013 May 9. 

 2.     Kopman AF, Brull SJ. Low-dose Sugammadex Reversal: There Is No Such Thing as a Free Lunch. Anesthesiology. 2013 May 9.

Cite while you write

 

 

 

 

 

 

 

 

En este caso vamos a hablar de una forma de poner citas bibliográficas conforme estamos escribiendo un texto (con Pages en este caso) y el magnífico programa Papers donde podemos almacenar toda nuestra bibliografía. Por tanto, nos ahorraremos tener que utilizar un tercer programa, el endnote en este caso.

 

Editor de texto

Como decía al principio vamos a escribir nuestro artículo con Pages, que es el editor de texto para Mac, aunque también funciona con word.

 

Papers

Una maravilla de programa. Si utilizáis iTunes para organizar vuestra música, podcast etc os resultará familiar la forma de clasificación en carpetas para todos los artículos en PDF que tengáis.

El presente post va a analizar una de las mejores interacciones entre Papers y Pages, pero evidentemente ambos tienen muchas más ventajas. En el caso del Papers me sigue dejando alucinado el emparejamiento de artículos (match) con o que el artículo en cuestión queda filiado a la perfección pero esto posiblemente sea objeto de un post más adelante.

 

Cite while you write

¿Por qué hacer esto? Bien, si no disponemos de esta herramienta, nos vemos abocados a hacer “a mano” la ingrata tarea de ir citando la bibliografía en el texto para luego tener que escribir, nuevamente a mano, el apartado de “Bibliografía”, vamos, como se ha hecho toda la vida (aún recuerdo las numerosas correcciones de mi tesis en el 1999)…

 

¿Qué ventajas nos aporta esta herramienta?

Bien, nosotros tenemos almacenada nuestra bibliografía en carpetas dentro de Papers donde la podemos consultar en cualquier momento, poner un ranking, subrayar, etc.. pero lo mejor de todo es que no necesitamos abrir Papers para esto. Simplemente con hacer dos clics en la tecla ctrl se nos abrirá una pequeña ventana de Papers donde podemos hacer la búsqueda de la bibliografía.

 

Captura de pantalla 2013-06-17 a la(s) 01.09.18

Una vez localizado el artículo, lo seleccionamos con doble clic. A continuación se nos abre un menú donde la primera opción es la insertar la referencia bibliográfica. En este punto no debe importarnos lo más mínimo el formato utilizado. Simplemente solo nos vamos a preocupar de insertar bibliografía conforme vamos escribiendo nuestro artículo.

Captura de pantalla 2013-06-17 a la(s) 20.50.13

A continuación se nos abre un menú donde la primera opción es la insertar la referencia bibliográfica. En este punto no debe importarnos lo más mínimo el formato utilizado. Simplemente solo nos vamos a preocupar de insertar bibliografía conforme vamos escribiendo nuestro artículo.

Captura de pantalla 2013-06-17 a la(s) 20.54.24

 

 

Finalmente, cuando hayamos finalizado la escritura del manuscrito, únicamente de debemos realizar nuevamente doble clic en la tecla ctrl y seleccionar format manuscript. Automáticamente nos pondrá la bibliografía al final del texto en el estilo que hayamos escogido.

Captura de pantalla 2013-06-17 a la(s) 20.57.29

 

No hay que olvidar guardar una copia del manuscrito justo antes de seleccionar «Format manuscript» por si hay que volver a editar la bibliografía.

Espero que os resulte útil.

 

Efectividad y seguridad según la técnica anestésica en pacientes de ortopedia

En la edición de Anesthesiology de Mayo de este año apareció un artículo creo que tremendamente importante para nuestra especialidad. Dicho trabajo se basa en el estudio de los registros anestésicos y quirúrgicos de más de 400 hospitales de USA durante los últimos 6 años y que incluyen un total de 382,236 intervenciones de prótesis total de rodilla y total de cadera con el propósito de demostrar si las técnicas neuroaxiales son más seguras que la anestesia general.

Lo que hace único al estudio es la potencia del mismo, una cantidad ingente de datos registrados en una base de datos administrativa conocida como Premier Perspective que aunque pertenece al ámbito privado, recoge los registros del 20% de los hospitales de USA en sus diferentes planes sanitarios: privados, medicare, medicaid y sin asegurar. Todos los pacientes recogidos estaban codificados según la CIE-9 MC para intervención de prótesis total de rodilla o prótesis total de cadera. Esos pacientes fueron divididos en tres grupos homogéneos según la técnica anestésica realizada.

Se tuvieron en cuenta las circunstancias del ingreso (programado, urgente o emergente), el sexo, la raza, la edad, la patología primaria ostearticular (artrosis, artritis reumatoide, infecciosa, trauma…etc), la localización del hospital y el número de camas así como la existencia de un sistema docente en el mismo.

Una vez analizadas estas variables demográficas se estudiaron las comorbilidades de los preexistentes, y se recuperaron las diferentes complicaciones registradas en la base de datos, resultando que las complicaciones postoperatorias fueron, en general, menores en el grupo de anestesia neuroaxial y anestesia general + neuroaxial comparados con la anestesia general incluyendo el embolismo pulmonar y complicaciones respiratorias en general, accidente cerebrovascular y fallo renal agudo así como la necesidad de ventilación mecánica prolongada, necesidades transfusionales y mortalidad postoperatoria que casi se duplicaba en este último grupo (incidencia de 0.1 vs 0.18). Sin embargo la incidencia de complicaciones cardiacas (incluyendo el infarto) era similar en ambos grupos.

Lo interesante de este estudio es que pone de relevancia algo que ya era práctica anestésica habitual  para esta clase de pacientes. La aplicación de los sistema de información y registros informatizados a gran escala abre un sinfín de posibilidades investigadoras que hasta ahora resultaban muy costosas de realizar y no siempre permitían obtener conclusiones firmes.

 

Bibliografía Recomendada:

 

 Memtsoudis SG, Sun X, Chiu Y-L, Stundner O, Liu SS, Banerjee S, Mazumdar M, Sharrock NE. Perioperative comparative effectiveness of anesthetic technique in orthopedic patients. ANESTHESIOLOGY. 2013;118:1046–58