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¿Y si retiramos la aspirina?

Esta semana se ha publicado en el New England Journal of Medicine un artículo muy interesante titulado: «Aspirin in Patients Undergoing Noncardiac Surgery» y que dará mucho que hablar en los próximos meses. Se trata de los resultados del estudio POISE-2 (Perioperative Ischemic Evaluation 2) llevado a cabo en más de 135 hospitales de 23 países diferentes sobre un total de 10,010 pacientes. Este potente estudio viene a aclarar serias dudas existentes sobre la utilidad de la continuación del tratamiento con AAS en aquellos pacientes sometidos a Cirugía No Cardiaca.

Pues si queridos lectores, toda vez que hemos realizado un considerable esfuerzo en divulgar la necesidad de mantener el régimen de tratamiento con aspirina en el periodo perioperatorio para Cirugía No Cardiaca basándonos primordialmente en estudios observacionales, resulta que llega un ensayo clínico y pone patas en alto nuestras guías clínicas. Analicemos el estudio en cuestión y veamos que resultados arroja.

El estudio POISE-2 tiene varias dimensiones, de hecho la que nos concierne es solamente una de ellas, pero hay más intervenciones en el mismo relativas al uso de Clonidina. En lo que compete a la aspirina se tomaron 10,010 pacientes, todos ellos con factores de riesgo cardiovascular en función de su patología previa o del tipo de cirugía. Estos pacientes fueron aleatorizados en dos grupos, unos recibirían placebo y los otros un régimen diario de 100 mg de AAS tras la intervención, más 200 mg previos a ésta, y todo ello independientemente de que anteriormente  estuvieran bajo tratamiento con AAS. Esto es, a los pacientes que tomaban aspirina como tratamiento se les suspendió 3 días antes. Tan solo se excluyen del estudio aquellos pacientes que tuvieran prescrito AAS por un Stent, porque los estudios observacionales realizados hasta ahora sí que indican mayor riesgo de trombosis del mismo si se retira durante las 6 primeras semanas en los stents convencionales o durante el primer año en los liberadores de fármacos, de hecho es conveniente recordar que la cirugía programada no cardiaca en estos pacientes ha de demorarse hasta la suspensión de la doble terapia (clopidogrel+aspirina).

El objetivo del estudio es registrar la incidencia de efectos adversos cardiovasculares de naturaleza isquémica que pudieran derivarse de los factores de riesgo, de la cirugía o de la retirada de aspirina en aquellos pacientes que la tomaban previamente, primordialmente muerte e infarto de miocardio, pero en un segundo plano también otros como accidente cerebrovascular, parada cardiaca, revascularización coronaria, embolismo pulmonar, trombosis venosa profunda, fibrilación auricular de novo, amputación, rehospitalización por razón cardiovascular e insuficiencia renal aguda o diálisis. Junto a estos efectos de naturaleza isquémica o trombótica se registraron los que pudieran derivarse de un mayor riesgo de sangrado: sangrado masivo, hipotensión clínicamente importante y otros como accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca congestiva, infección y sepsis.

Y ahora vamos a lo importante…¿qué resultados arroja el estudio? Pues aquí viene lo interesante. Resulta que se demuestra que los pacientes a los que se administra aspirina tienen un mayor riesgo de sangrado con una mayor tasa transfusional, y aunque eso era ya conocido se supone que era compensado por la disminución de eventos trombóticos e isquémicos relacionados con el tratamiento con aspirina, y…resulta que no. El porcentaje de complicaciones es muy similar en ambos grupos en cuanto a eventos cardiovasculares, de hecho no hay diferencias estadísticamente significativas. Donde si las hay es en el riesgo de sangrado que es más abundante en el grupo que toma aspirina, especialmente en cuanto a sangrado intraoperatorio. Resulta chocante que el tratamiento con aspirina que se ha demostrado eficaz en la prevención del riesgo de infarto de miocardio en pacientes no quirúrgicos  no resulte igualmente eficaz frente a la cirugía, para ello los autores tienen una explicación, el efecto protector de la aspirina frente a la agregación plaquetaria se ve contrarrestado por el mayor riesgo de sangrado en estos pacientes, lo cual supone un factor de riesgo cardiovascular per se.

En conclusión, la administración de aspirina previamente a cirugía no cardiaca y durante el postoperatorio inmediato no tiene efectos significativos en la tasa de mortalidad o de infarto de miocardio pero incrementa significativamente el riesgo de sangrado mayor. Estos hallazgos son extrapolables tanto a los pacientes que no tomaban previamente aspirina como a aquellos que estaban en tratamiento con la misma.

Bibliografía Relacionada: 

1. Devereaux PJ, Mrkobrada M, Sessler DI, Leslie K, Alonso-Coello P, Kurz A, et al. Aspirin in Patients Undergoing Noncardiac Surgery. N Engl J Med. 2014 Apr 17;370(16):1494–503.

2. Poldermans D, Bax JJ, Boersma E, De Hert S, Eeckhout E, Fowkes G, et al. Guidelines for pre-operative cardiac risk assessment and perioperative cardiac management in non-cardiac surgery: the Task Force for Preoperative Cardiac Risk Assessment and Perioperative Cardiac Management in Non-cardiac Surgery of the European Society of Cardiology (ESC) and endorsed by the European Society of Anaesthesiology (ESA). European journal of anaesthesiology. 2010. pp. 92–137.

3. Fleisher LA, Beckman JA, Brown KA, Calkins H, Chaikof E, Fleischmann KE, et al. ACC/AHA 2007 guidelines on perioperative cardiovascular evaluation and care for noncardiac surgery: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2002 Guidelines on Perioperative Cardiovascular Evaluation for Noncardiac Surgery): developed in collaboration with the American Society of Echocardiography, American Society of Nuclear Cardiology, Heart Rhythm Society, Society of Cardiovascular Anesthesiologists, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, Society for Vascular Medicine and Biology, and Society for Vascular Surgery. 2007. pp. e418–99.

Dexametasona como coadyuvante en el bloqueo de plexos

Los anestesiólogos somos unos especialistas muy inquietos, es por ello que el tema de los coadyuvantes de los anestésicos locales no para de arrojar luces sobre nuevos y viejos fármacos que demuestran su utilidad como agonistas de los primeros. Adrenalina, neostigmina, midazolam, clonidina, dexmetomidina y demás productos que se vengan a la mente en un oportuno momento en el que nos asalta la pregunta….¿y si…? Dentro de esta gran variedad  tiene especial interés el papel de la dexametasona como coadyuvante al carecer de los efectos secundarios de algunos otros (sedación o hipotensión para clonidina y dexmedetomidina por ejemplo) y pertenecer a un grupo de fármacos con larga trayectoria de uso.

La dexametasona es un glucocorticoide de elevada potencia con una vida media superior a las 36 horas. A pesar de que los corticoides son fármacos ampliamente usados en infiltraciones y su uso epidural ya existe desde antaño, la administración perineural aún no está aprobada ni en USA ni en EU aunque existen numerosos ensayos clínicos que demuestran su efectividad y su seguridad. En un reciente artículo de Marzo de 2014 se publicaba en BJA una revisión sistemática-metaánalisis de los estudios realizados hasta ahora y ofrecían estos datos:

– Todos los estudios arrojan una prolongación del tiempo de bloqueo sensitivo y motor comparado con anestésicos locales solos. Frente a otros tipos de coadyuvantes el bloqueo se prolonga por igual  en sus dos componentes sensitivo y motor, lo cual puede suponer un inconveniente cuando los usamos con intencionalidad meramente analgésica.

– La duración del bloqueo es proporcional a la concentración de anestésico local usado. Así por ejemplo en el caso de Bupivacaína 0.5% pueden llegar a prolongar la duración del bloqueo 24 horas.

– Las dosis empleadas de dexametasona oscilan entre los 4 y 10 mg.

– La mayoría de estudios no evidenciaron ningún efecto secundario en su utilización (infecciones, hiperglucemias..etc)

– Algunos estudios sugieren que potencia el bloqueo de tal forma que pueden conseguirse efectos anestésicos con cantidades muy pequeñas de anestésico local (tales como 5ml).

La razón de la potenciación del efecto de los anestésicos locales no se conoce pero se presume que puede estar en relación con el potente efecto antiinflamatorio de estos fármacos que incluso podría incluso actuar como protector frente a la acidez de los anestésicos locales. Esta acción protectora sumada a la gran potenciación que ocasionan del efecto anestésico más la ausencia de complicaciones demostradas de su uso, sitúan a la dexametasona en un puesto privilegiado frente a otros coadyuvantes menos potentes y con mayores efectos secundarios.

Bibliografía de Interés:
Choi, S., Rodseth, R., & McCartney, C. J. L. (2014). Effects of dexamethasone as a local anaesthetic adjuvant for brachial plexus block: a systematic review and meta-analysis of randomized trials. British Journal of Anaesthesia, 112(3), 427–439.

Agentes antifibrinolíticos en cirugía ortopédica

El uso de fármacos antifibrinolíticos en cirugía no es algo novedoso, sin embargo llama poderosamente la atención el hecho de que su adopción sea aún muy dispar entre los profesionales y en los diferentes tipos de cirugía. Hoy te traigo un pequeño resumen de las evidencias demostradas por su uso en pacientes sometidos a cirugía ortopédica, especialmente artroplastia de rodilla, y mi experiencia personal con estos fármacos aplicándolo en la cirugía protésica de rodilla.

El interés por los fármacos procoagulantes en cirugías de alto riesgo de sangrado es antiguo, son notables los esfuerzos que se han realizado en el estudio de los efectos beneficiosos de estos en cirugía cardiaca, ortopédica y traumatológica, obstétrica y hepática. Sin embargo el análisis a corto y medio plazo de sus efectos secundarios ha llevado a la retirada de algunos como la Aprotinina en 2008, un inhibidor inespecífico de las proteasas y por tanto de la fibrinolisis, que se mostró eficaz en la reducción del sangrado y de las necesidades transfusionales especialmente en cirugía cardiaca pero sobre el que el estudio BART (Blood Conservation Using Antifibrynolitics in a Randomized Trial) arrojó un riesgo relativo x2 de fallo renal y un incremento del 55% en infarto miocárdico perioperatorio e insuficiencia cardiaca.

De los restantes son bien conocidos el Ácido Épsilon-Aminocaproico (Caprofides®) y el Ácido Tranexámico (Amchafibrin®), si bien sobre el último hay mayor número de estudios y publicaciones, quizás dada su mayor distribución comercial.

Inhibidores de la fibrinolisis:

Ácido Epsilon-Aminocaproico y Ac.Tranexámico actúan inhibiendo la fibrinolisis mediante su unión reversible al plasminógeno lo cual impide su activación y su transformación en plasmina evitando la destrucción de la fibrina. Por tanto, parece razonable su uso en aquellas situaciones en las que exista una disregulación de la coagulación o una marcada tendencia fibrinolítica como es el caso demostrado de los grandes traumatismos o de la cirugía cardiaca. En el caso de la cirugía ortopédica resulta algo más controvertido si se trata de la artroplastia de cadera pues el postoperatorio de estos pacientes presenta una mayor incidencia de efectos trombóticos como sabemos sin embargo en la artroplastia de rodilla su uso parece más justificado por la utilización del manguito de isquemia que sabemos produce un marcado efecto fibrinolítico tras su liberación.

Los diferentes estudios que hay disponibles sobre el Ac.Tranexámico muestran una amplia variedad de dosis y pautas pero tienen en común la administración de una primera dosis en forma de bolo y una posterior perfusión continua durante las primeras horas del postoperatorio. Si nos centramos sobre el caso de las artrosplastias de rodilla existen diferentes regímenes e incluso vías de administración (tanto intraarticular como intravenosa) siendo lo más común la administración de una dosis 30 minutos antes de la retirada de la isquemia y una perfusión posterior. En nuestro caso actualmente usamos Ac.Tranexámico en pacientes sometidos a Prótesis Total de Rodilla en un régimen de 15 mg/kg en primera dosis bolo diluida en 100 ml de SF antes de liberar isquemia y posteriormente una vez en URPA, comenzamos una perfusión de la misma cantidad diluida de igual forma pero a pasar en 2h.

¿Qué complicaciones cabe esperar de su uso?

Los estudios actuales no han demostrado mayor incidencia de trombosis venosa, infartos, insuficiencia renal ni complicaciones derivadas de una teórica actividad procoagulante si bien es cierto que el tema no se ha dado por zanjado y no se ha evidenciado beneficio de su administración a dosis elevadas. Hay algún estudio que sugiere un riesgo de desarrollo de complicaciones neurológicas tipo convulsiones , dada su actuación antagonista competitiva demostrada con  neurotransmisores supresores en el ratón, este tema aún está siendo investigado y no parece un problema a dosis como las anteriormente citadas.

¿Qué sujetos debo excluir?

Básicamente todos aquellos que sean susceptibles de un mayor riesgo trombótico (antecedentes de TVP, IAM, ICTUS…), aquellos que puedan estar tomando otra medicación con riesgo trombótico, pacientes con alergia al fármaco, mayores de 85 años, epilépticos…

¿Qué puedo esperar de su uso?

Los fármacos antifibrinolíticos han demostrado reducir significativamente el sangrado en cirugía cardiaca, ortopédica y traumatológica. Actualmente se está estudiando su uso en el ámbito de la hemorragia obstétrica y la cirugía oncológica mediante ensayos clínicos aleatorizados.

Mi experiencia personal en los más de 100 pacientes en los que hemos aplicado el Ac. Tranexámico para la artroplastia de rodilla es que hemos conseguido disminuir muy significativamente el sangrado postoperatorio hasta el punto que algunos traumatólogos han prescindido del uso de drenajes. Esta diferencia también se ha confirmado en la reducción de la tasa transfusional con respecto a los que no reciben dicho fármaco. Paralelamente no hemos encontrado ninguna complicación en estos pacientes que pueda ser atribuida racionalmente al uso de medicación antifibrinolítica.

Bibliografía de interés:
1. Ortmann E, Besser MW, Klein AA. Antifibrinolytic agents in current anaesthetic practice. British Journal of Anaesthesia. Oxford University Press; 2013 Oct;111(4):549–63.
2. Zohar E, Ellis M, Ifrach N, Stern A, Sapir O, al E. The postoperative blood-sparing efficacy of oral versus intravenous tranexamic acid after total knee replacement. Anesth Analg. 2004.
3. Wong J, Abrishami A, Beheiry El H, al E. Topical Application of Tranexamic Acid Reduces Postoperative Blood Loss in Total Knee ArthroplastyA Randomized, Controlled Trial. The Journal of Bone & Joint Surgery. 2010.

Liderazgo Clínico

Mucho se ha hablado últimamente sobre la figura de los gestores sanitarios pero sin duda me parece más interesante la figura del «Líder Clínico». Quizás el personaje en el que primero pensemos como líder es el del Dr. House, sin embargo su figura tiene un enfoque muy distante de lo que podríamos considerar un buen líder: maniático, imprevisible, destructivo, ególatra…por eso hoy quiero acercarme seriamente a este tema y para ello voy a compartir con vosotros las reflexiones que Richard Bohmer realizó en un excelente artículo en New England Journal of Medicine en 2013, sobre las cualidades y cometidos que debe reunir un líder sanitario.

Estos son los objetivos que todo buen líder debe perseguir en su ámbito asistencial:

 

1.- Enfatizar el hecho de que el logro de objetivos es tarea necesariamente colectiva y compartida por el grupo.

Muchos de los indicadores usados tradicionalmente mantienen una perspectiva individual pero las políticas sanitarias orientadas hacia la calidad y satisfacción global y la consecución de objetivos dentro de las unidades de gestión ponen de manifiesto la necesidad de trabajar en equipo.

2.- Asegurar que los microsistemas clínicos en forma de bloques, servicios o unidades, dan respuesta a los objetivos fijados.

Los microsistemas locales deben lidiar con dos frentes, por un lado el de la Medicina Basada en la Evidencia y por otro las necesidades de un sistema de cuidados centrado en el paciente. Su cometido será por tanto proporcionar un plan de atención sanitaria estándar y acorde con la evidencia cuando esta sea fuerte y flexible por otro lado con las preferencias de los usuarios cuando esta no lo sea.

3.- Monitorizar el funcionamiento del sistema.

La complejidad de la asistencia sanitaria actual hace necesario controlar la misma para minimizar cualquier variabilidad a fin de asegurar que la calidad y la eficiencia permanecen altas. Las oportunidades de mejora han de ser identificadas con el objeto de adaptar el sistema a las necesidades de los usuarios.

4.- Mejorar el rendimiento.

Ni la presión económica ni el empuje de las nuevas tecnologías van a remitir en años venideros. El aumento de la productividad requiere responder a las demandas de los pacientes con los recursos existentes y para ello hemos de valernos de la innovación y la mejora en la ejecución de la asistencia que prestamos. Un líder clínico ha de agrupar humildad, responsabilidad, curiosidad incansable y valentía para explorar más allá de los límites aceptados que dirigen a las organizaciones hacia la mejora inexorable a pesar de las preferencias de los individuos por la estabilidad y lo conocido.

 

 Bibliografía Relacionada:
Bohmer, R. M. J. (2013). Leading clinicians and clinicians leading. The New England Journal of Medicine, 368(16), 1468–1470.

 Acceso al Artículo Completo

Sumario de la REDAR Marzo 2014

Con motivo de los recientes cambios producidos en  la Revista Española de Anestesia y Reanimación la Dirección actual ostentada por D. Alfredo Abad-Gurumeta nos remite con periodicidad el sumario de dicha publicación. No hacemos eco del mismo  brindando nuestro apoyo a los redactores y colaboradores de la misma.

 

Vol. 61Núm. 03. Marzo 2014

 

 

La General también existe…

El el número de Noviembre de 2013 de la REDAR se publica un original cuyo tema sigue estando en boga por no estar todavía resuelto en numerosos servicios, y me refiero  a las fracturas de cadera en tratamiento antiagregante y sus complicaciones postoperatorias.

 

Se trata de un estudio retrospectivo sobre 223 pacientes intervenidos de fractura de cadera donde el resultado más importante es que la demora de la cirugía 4 días en pacientes tratados con clopidogrel puede estar asociado a un incremento de las complicaciones postoperatorias respiratorias y del riesgo de eventos cardiocirculatorios mayores. Por otro lado y no menos importante, no se aumentó el índice transfusional (MUY IMPORTANTE), la estancia hospitalaria, la mortalidad ni tampoco se evidenció un aumento de complicaciones relacionado con la anestesia neuroaxial.

 

Hay también un estudio reciente sobre la intervención de fractura de cadera en pacientes en tratamiento con clopidogrel en las primeras 72 horas, y evidencia que no se asocia a un incremento del sangrado, de las complicaciones ni de la mortalidad. Y aunque es cierto que son necesarios más estudios prospectivos, essayos clínicos aleatorizados en circunstancias ideales, que aumenten la evidencia del efecto beneficioso de no demorar la cirugía en pacientes tratados con clopidogrel, la experiencia de cada uno de nosotros como expertos también cuenta.

 

A raíz de este artículo y de un caso reciente de una mujer mayor con fractura de cadera en tratamiento antiagregante con clopidogrel por cuádriple bypass aortocoronario y 2 stents coronarios en los últimos 10 años, me gustaría hacer algunas consideraciones:

 

1º El tema todavía no está claro. La causa de la demora no debería ser el clopidogrel. Podría ser una insuficiencia cardíaca descompensada por ejemplo, que puede tratarse en un corto período de tiempo, pero nunca el hecho de estar en tratamiento con clopidogrel.

 

2º La general también existe. Si parece ya claro que el riesgo hemorrágico por la intervención en sí no parece vital, si nos preocupa el riesgo de hematoma neuroaxial, probablemente es más beneficioso proceder a la intervención quirúrgica sin demora con anestesia general, mejor que demorar la intervención para realizarla con anestesia neuroaxial aunque, por supuesto, habrá que individualizar cada caso.

 

3º La Capacidad Funcional. No se establecen planes anestésicos sobre informes cardiológicos sin ver a los pacientes. Recordemos la gran información que nos da la capacidad funcional, que cuando es buena (> 4 METS), el pronóstico cardiovascular es excelente, incluso en situaciones de cardiopatía isquémica. Si a esto le sumamos una adecuada exploración física, nos dará la clave de la actitud a seguir.

 

4º Hay que preguntar siempre si tiene historia de diátesis hemorrágica. Personalmente no me he encontrado ninguna fractura de cadera intervenida de forma precoz que haya dado problemas de mayor sangrado, tal y como se recoge en la literatura.

 

5º No se operan nunca de noche.

 

Por cierto, el caso que nos ocupa fue estupendo, aunque la señora no se extraña de nada, pues hace 2 años se fracturó la otra cadera y, estando en tratamiento con clopidogrel, la operaron en las primeras 24 horas.

 

Lectura recomendada

Fractura de cadera, antiagregantes plaquetarios y complicaciones postoperatorias. F. Reguant et al. Rev Esp Anestesiol Reanim 2013; 60(9):504-510.

 

5 Películas y un Corto que deberías ver si eres anestesista

La práctica de la medicina ha sido ampliamente recogida en el cine a lo largo de toda su historia, desgraciadamente en el ámbito quirúrgico raras veces se ha tratado nuestra especialidad con cariño y la mayoría han mostrado la cara más amarga de nuestra profesión porque en la vida real «si todo va bien, el anestesista no es noticia» y más si cabe en el cine que exige algo de espectáculo y en eso realmente los anestesiólogos podemos dar mucho si nos descuidamos.

Hoy os traigo una pequeña selección de 5 películas que deberías ver si eres anestesista bien para soprenderte, bien para emocionarte o bien para reír un rato que tampoco viene mal.

 

COMA (1978)

Se trata de la versión cinematográfica del libro de Robin Cook. Una película destinada a las salas comerciales y dirigida  por Michael Crichton. Evidentemente es bastante científica en cuanto a su desarrollo, no podía ser de otro modo cuando está escrita por un médico y dirigida por otro. Como curiosidad sacada de la wikipedia decir que Michael Crichton es el único autor que ha mantenido a la vez en el número 1 un libro (Acoso), una película (Parque Jurásico) y una serie (Urgencias aka. E.R.) y que el Coma fue elegida Novela del año por New York Times en 1977.

La película está protagonizada por una joven Geneviève Bujold que interpreta a la Dra. Susan Wheeler, alumna de tercero de medicina que realiza sus prácticas en el Boston Memorial Hospital bajo la tutela de su novio residente de cirugía el Dr. Mark Bellows interpretado por Michael Douglas. La misteriosa entrada en coma de dos jóvenes sometidos a operaciones rutinarias bajo anestesia general hace sospechar a la inteligente estudiante que algo raro está pasando y más aún cuando los cuerpos son traslados al misterioso Instituto Jefferson un supuesto centro de cuidados intensivos diseñado fuera del hospital para abaratar costes. Al elenco de actores hay que sumar el papel del malo que en esta ocasión no es Lasquetty que bien podría dar la talla, sino el Jefe de Cirugía el Dr. George A. Harris interpretado por Richard Widmark  y que evidentemente desprecia las estadísticas de riesgo achacando las muertes al devenir natural de las complicaciones anestésicas y el caso es que sí…es culpa de la anestesia.

Ficha en IMDBTrailer (VOS) –

The great moment

El Gran Momento (1944) – The Great Moment –

Una película biográfica basada en la vida de William T.G. Morton dirigida por Preston Sturges y basada en la novela «El Triunfo sobre el Dolor» de René Fülop-Miller  de 1940. Describe la vida del protagonista incluyendo su encuentro con Horace Wells en su famosa demostración fallida del poder anestésico del óxido nitroso y el posterior descubrimiento casual del éter por el primero. Como curiosidad decir que existen dos versiones de la película, la que finalmente estrenó la Paramount y la que montó el director descontento con la versión final que exhibió la productora.

Ficha en IMDB 

Línea Mortal (1990) – Flatliners-

MV5BNzgxMzQ2NzQzMV5BMl5BanBnXkFtZTcwMzMyMjAzMQ@@._V1_SX640_SY720_A pesar de la penosa traducción española de la película se trata de una producción bastante decente dirigida por Joel Schumacher y protagonizada por un elenco de entonces prometedores actores que luego han confirmado su gran atractivo en el cine palomitero: Kiefer Sutherland, Julia Roberts, William  Baldwin, Oliver Platt y Kevin Bacon. Un grupo de brillantes alumnos internos de medicina tienen la genial idea de buscar respuestas al más allá y para ello se les ocurre un plan basado en llevarse los unos a los otros por turnos hasta la parada cardiaca al punto en el que la línea es isoeléctrica simultáneamente en el ECG y el EEG para luego pasado unos minutos ser reanimados sin secuelas gracias a la hipotermia. Todos y cada uno de ellos despiertan  y son capaces de recordar la tabla del 7, pero desgraciadamente su contacto con el más allá se convierte en amenaza cuando sus pecados y malas acciones en esta vida (con las que sueñan durante su coma) retornan para cobrarse su justa venganza. Es una producción de los 90 que recuerda a  Pesadilla en Elm Street pero con tintes algo más científicos, eso sí, no para visionarla con demasiada crítica sino para verla  dejándose llevar con la nostalgia propia de los que vivimos aquellos años siendo adolescentes.

Ficha en IMDBTrailer (VOS)

Intención Criminal (1993) – Harmful Intent

Es la película basada en el libro homónimo de Robin Cook el cual ha demostrado mucho interés y acierto al tratar MV5BMTcwMTMwMzQzNV5BMl5BanBnXkFtZTcwMTAwNDMyMQ@@._V1_SX640_SY720_recurrentemente nuestra especialidad en sus libros. Desgraciadamente no he podido ver la película traducida al castellano sino en su idioma original y es de estas que puedes decir que no le hace mucha justicia al libro pues se trata de un telefilm de 1993 que no llegó nunca a la cartelera.

El Dr. Jeffrey Rhodes es un meticuloso anestesista al que durante una guardia le llaman para asistir a una parturienta mediante analgesia epidural. Metódicamente cumple todos los pasos y precauciones, aspirar del catéter, comprobar el nivel de analgesia, movilidad en las piernas, etc… pero desgraciadamente a los pocas horas la paciente entra en shock y todo es aparentemente compatible con el paso inadvertido del anestésico local al torrente sanguíneo, por supuesto la paciente fallece a pesar de las maniobras de reanimación. A la vista de todos se trata de un caso de imprudencia con resultado de muerte y es más culpable que el médico del Michael Jackson, pero al buen doctor hay algo que no le acaba de cuadrar y no está dispuesto a entrar en la cárcel. Armado con sus valiosos conocimientos  y con más cabreo que si estuviera prolongando, tratará de encontrar al verdadero culpable. Sin duda una película en la que al menos nosotros podemos ponernos en el pellejo del protagonista sin pestañear.

Ficha en IMDBTrailer (VOS) –

Despierto (2007) – Awake –

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La más reciente de las películas mencionadas y sin duda la peor. Bajo la perspectiva creíble de un Despertar Intraoperatorio se desarrolla toda una trama de intrigas y chanchullos en los que la novia del protagonista y su mejor amigo un cirujano cardiovascular (al que su madre no traga porque desconfía de él dada su especialidad) se encargan de amañar un trasplante de corazón para que parezca que el protagonista ha muerto por un rechazo de tejidos y así heredar su fortuna. Desgraciadamente el protagonista está despierto debido a la inutilidad del anestesista que lo asiste y puede escuchar toda la trama. Sin duda surrealista total pero cuando tus amigos te pregunten si eso puede pasar tendrás que poner cara de póker y decir …bueno, ningún anestesista le robaría el dinero a un amigo.

Ficha en IMDBTrailer 

Anesthesia (2006) (V.O)

La joya de la lista es este turbador corto dirigido por Adam Kargman en 2006 y que cuenta con varios premios internacionales. Describe en primera persona la experiencia de un despertar intraoperatorio y genera en el espectador un desasosiego que recuerda un poco al que con frecuencia atenazaba a los espectadores de las películas de Hitchcock. Sin duda toda una experiencia traumática que te hace preguntarte…¿pondrías tu vida en otras manos?

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Major adverse cardiac events following noncardiac surgery and coronary stents

We read with interest the article from Hawn et al entitled “Risk of major adverse cardiac events following noncardiac surgery in patients with coronary stents” . The authors make a retrospective cohort study with patients undergoing noncardiac surgery within 2 years of coronary stent placement to examine the relationship of the type of stent, antiplatelet therapy and the time between percutaneous coronary intervention and noncardiac surgery with major adverse cardiac events.

 

In their analysis, nonelective presentation for the surgical hospitalization was the most explanatory determinant factor for the occurrence of major adverse cardiac events after noncardiac surgery in these patients, followed by conditions like recent myocardial infarction, congestive heart failure or higher revised cardiac risk index score. However, the type of stent and the set time delay for surgery were not associated with an increased incidence of adverse outcomes. Furthermore, there was no association between discontinuation of antiplatelet therapy and the occurrence of major adverse cardiac events.

 

However, we would like to do some clinical considerations about high risk bleeding surgery. Nowadays there is a clinical dilemma about antiplatelet therapy and intracranial surgery. We think that there is an important conclusion in this study because its possible application to intracranial neurosurgery. The publication of the 2007 ACC/AHA guidelines recommend that aspirin should only be discontinued if the known bleeding risks are similar or more severe than the observed cardiovascular risks of aspirin withdrawal, with possible exceptions: intracranial surgery and prostatectomy, similarly to the 2012 update to the Society of the Thoracic Surgeons Guideline.  Recently, the STRATAGEN trial did not identify a difference in the incidence of mayor thrombotic events between a strategy of interruption of antiplatelets before elective noncardiac surgery and a strategy of preoperative maintenance of aspirin in stable patients chronically  treated with antiplatelet therapy for secondary prevention. Moreover, Hawn et al show that patients with coronary stents taken dual antiplatelet therapy had the highest rates of adverse cardiac events, not only because these patients were precisely those with the highest cardiac risk, but also because perioperative bleeding itself as the leading cause of the highest rate of adverse outcomes.

This supports the strategy to discontinue antiplatelet therapy, like a recommendation better than a possible exception, for both primary and secondary prevention, and also for patients with coronary stents before intracraneal surgery.

 

References

 

1. Hawn MT, Graham LA, Richman JS, Itani KMF, Henderson WG, Maddox TM. Risk of Major Adverse Cardiac Events Following Noncardiac Surgery in Patients With Coronary Stents. JAMA. 2013 Oct 9;310(14):1462–72.

2. Fleisher LA, Beckman JA, Brown KA, Calkins H, Chaikof EL, Fleischmann KE, et al. ACC/AHA 2007 Guidelines on Perioperative Cardiovascular Evaluation and Care for Noncardiac Surgery: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2002 Guidelines on Perioperative Cardiovascular Evaluation for Noncardiac Surgery). Circulation. 2007 Oct 8;116(17):e418–e500.

3. Ferraris VA, Saha SP, Oestreich JH, Song HK, Rosengart T, Reece TB, et al. 2012 Update to The Society of Thoracic Surgeons Guideline on Use of Antiplatelet Drugs in Patients Having Cardiac and Noncardiac Operations*. ATS. Elsevier Inc; 2012 Nov 1;94(5):1761–81.

4. Mantz J, Samama CM, Tubach F, Devereaux PJ, Collet JP, Albaladejo P, et al. Impact of preoperative maintenance or interruption of aspirin on thrombotic and bleeding events after elective non-cardiac surgery: the multicentre, randomized, blinded, placebo-controlled, STRATAGEM trial. British Journal of Anaesthesia. 2011 Nov 16;107(6):899–910.

 

Neurociencia Cognitiva. Ed. Panamericana

Recientemente ha llegado a nuestras manos un libro de la Ed. Panamericana titulado «Neurociencia Cognitiva». Se trata de una obra extensa y muy completa sobre un tema que particularmente me interesa como médico y como anestesiólogo. Os pasamos a reseñar la obra y entenderéis porque es un libro a tener en cuenta.

Se trata de una primera edición cuyo autor y coordinador es el doctor Diego Redolar Ripoll, profesor titular del Departamento de Psicobiología de la Universitat Oberta de Catalunya (OBC) y colaborador docente en el departamento homólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona. Posiblemente para los que no seamos expertos en la materia pueda resultar un completo desconocido pero para el resto no lo es. Diego Redolar tiene más de 15 años de experiencia en su labor docente y es autor de varios textos sobre neurociencias y además es colaborador habitual de un magazine español tan serio y tan bueno como JotDown y que si no conocéis os recomendamos fervorosamente desde estas páginas.

La obra que reúne más de  50 autores bajo la coordinación del Dr. Redolar repasa los conocimientos existentes sobre la neurociencia cognitiva cuya  misión no es otra que tratar de explicar cómo funciona el cerebro. Las relaciones existentes entre las funciones cerebrales superiores y la base anatómica y bioquímica del Sistema Nervioso Central. El libro se estructura en 8 secciones y treinta capítulos que recogen los fundamentos de la neurociencia y añade otros de actualidad que no se encuentran en manuales clásicos. Brevemente os describo las secciones del libro:

-Sección I: Bases de la neurociencia cognitiva.

-Sección II: Mecanismos de plasticidad y desarrollo del sistema nervioso.

-Sección III: Bases sensoriomotoras.

-Sección IV: Mecanismos de atención, aprendizaje y memoria.

-Sección V: Especialización hemisférica y representación simbólica.

-Sección VI: Conductas motivadas y regulatorias.

-Sección VII: Estudio de las emociones, cognición social y control ejecutivo.

-Sección VIII: Nuevas perspectiva de la neurociencia cognitiva.

Por último incluye dos anexos que pretenden servir de guía para el análisis de datos en la investigación de la neurociencia.

¿Qué nos aporta la obra a nosotros como anestesiólogos?

El manual a lo largo de sus más de 800 páginas recoge el conocimiento actual sobre las bases somatosensoriales sobre las que se construyen las funciones corticales superiores. De entrada es un magnífico refresco de conocimientos que como médicos debemos tener presente. Está escrita de una forma amena y docente. No se puede obviar el hecho de que el autor es profesor de una universidad a distancia y que desarrolla la obra de una forma exhaustiva pero amigable incluyendo numerosos ejemplos y gran profusión de iconografía en color.

Como anestesiólogos la obra es de interés pero particularmente las secciones que se dedican a la plasticidad neuronal y a las funciones de sueño, memoria y atención sin cuya completa comprensión estaríamos trabajando a ciegas en nuestra profesión. La anestesiología es una especialidad en continuo cambio y que actualmente está tomando conciencia de las intrincadas relaciones que existen entre el acto en sí de la anestesia y las consecuencias a medio y largo plazo de nuestra actuación en el ámbito de la cognición. Cada vez son más los artículos que se publican referidos a la relación entre anestesia y deterioro cognitivo o por supuesto la vinculación con la memoria y el sueño. Mi opinión es que como especialistas no podemos pasar por alto estas cuestiones y que el anestesiólogo debe ser un especialista multidisciplinar y prestar una atención especial a los procesos neuronales. En pocas palabras, debemos ser unos especialistas en el cerebro. No se entiende que podamos leer con facilidad un ECG o una placa de tórax y que sin embargo no seamos capaces de interpretar las bases del sueño, la amnesia o la conciencia. El sentido último de nuestro trabajo es comprender el cerebro en su dimensión y esto no es posible si no se tiene una base sólida de conocimiento en este área y al menos en mi caso durante mi formación como especialista esa parte la tuve que completar mediante estudios de postgrado en el departamento de neurociencias de mi universidad.

Por ultimo apuntar que el campo de la neurociencia y la psicología cognitiva es realmente apasionante, no creo que haga falta ser médico o anestesiólogo para percatarse de ello, cualquiera que sea padre o madre entiende la importancia de una obra como esta.

Os dejo un enlace a una interesante entrevista que se le realizó al autor en marzo de este año en JotDown y espero que os sea de utilidad esta reseña y el libro si finalmente lo compráis.

Podéis encontrar el enlace a la obra aquí y no se os olvide añadir el código ANESTESIADOS10 para obtener un 10% de descuento sobre el precio final.