La primera Ley de la Termodinámica hace referencia al proceso conservacionista de la Energía..»la energía ni se crea ni se destruye,simplemente se transforma»…bien, esta ley universal puede aplicarse casi en su totalidad al proceso anestésico, basta con cambiar un par de conceptos.
La anestesia…¿que es?…¿magia?, ¿arte?,¿brujería?…no, la anestesia es ciencia y dentro de ella, básicamente farmacología. En mi cruzada (probablemente estéril) de derribar mitos y leyendas en torno a esta especialidad médica, hoy quiero comentar la frase casi cómica pero pertinaz de «póngame anestesia de la que se orina, no de la que se vomita». Entiendo que si el anestesista visitiera de pijama blanco, se le confunda con un heladero, al que se le pide un helado de dos sabores, «…pero no me ponga de melón que me da acidez»…dejando las bromas a parte, el comentario tiene su enjundia, porque es de uso generalizado y me lo dicen con frecuencia. Analicemos en profundidad esta gran inquietud de los pacientes:
-Con frecuencia el proceso quirúrgico se asocia a náuseas y/o vómitos en el postoperatorio. De hecho ésta es una de las grandes preocupaciones de los anestesiólogos. Este incómodo evento, es con frecuencia recordado por los pacientes que ya se han sometido a una intervención anteriormente y es lógica su preocupación.
-¿Es la anestesia la responsable de las nauseas y vómitos peroperatorios?. En parte solamente.En efecto la sabiduría popular tiene algo de cierto. Los fármacos que usamos en anestesia algunos de ellos tienen poder emetizante (fundamentalmente los opiáceos)…si bien otros tienen la capacidad contraria. Pero ello no implica que se pueda elegir entre un tipo de anestesia que se orinaría plácidamente y otro que se vomitaría. Los fármacos anestésicos, como cualquier otro, sufren un proceso de metabolización en nuestro cuerpo, y luego tras él, se eliminan, bien por la orina o bien por la bilis (ya inactivos), y se eliminan igual se vomite o no, pues se expulsan por las heces. Por tanto no se despierta antes por revolverse como un calcetín en la habitación mientras se recupera uno de la operación.La émesis, nunca es un proceso habitual de metabolización farmacológica, sino un efecto secundario.
-¿Hay más factores de riesgo para desarrollar náuseas y vómitos en el postoperatorio?. Sí. Probablemente incluso más importantes que la propia anestesia. La cirugía abdominal es un factor de riesgo, es lógico pensar que el que una mano ajena se cuele por tu abdomen y te magree los higadillos puede provocar cierta descomposición en las horas posteriores, al menos hasta que las tripas vuelven a su ser.Igualmente la cirugía laparoscópica en la que se infunde aire en el espacio intraperitoneal se asocia a náuseas posteriormente.
-¿Hay personas especialmente susceptibles?. Sí. Se conoce que simplemente el hecho de ser mujer y joven ya es un factor de riesgo para padecer PONV (Náuseas y Vómitos PostOperatorios).Además hay pacientes que tienen cierta facilidad para desarrollarlos y otros que no.
-¿Se puede hacer algo para prevenir su aparición?. Sí. De hecho se hace habitualmente en las cirugías susceptibles de provocarlos o en aquellos pacientes que tienen predisposición o factores de riesgo para su aparición. En general se administran fármacos del espectro del Ondansetrón, que actúan sobre el centro del vómito a nivel del Sistema Nervioso Central, disminuyendo su capacidad de activación. Además en el caso de que se produzcan, se administran éstos y otros fármacos para hacerlos desaparecer.
-¿Puede tener consecuencias el que un paciente padezca PONV más alla de lo desagradable de la experiencia?. Sí. El vómito está asociado a un aumento de la presión a nivel abdominal,intracraneal etc..por lo que en determinadas cirugías, no es nada bueno que tras la misma se produzca un aumento de la tensión en el campo intervenido. Por otro lado en pacientes semiinconscientes, el vómito puede asociarse a broncoaspiración pudiendo pasar contenido gástrico a los pulmones y dando lugar a complicaciones neumónicas, que pueden ser graves.
En definitiva, es importante hacer constar a su anestesiólogo, que se produjeron vómitos o náuseas en intervenciones anteriores, pero en adelante, espero que nadie que haya leido este post le pida a su anestesista «Anestesia de la que se orina».