Inicio Anestesia Enfermería CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LAS POSICIONES QUIRÚRGICAS (DECÚBITO PRONO)

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LAS POSICIONES QUIRÚRGICAS (DECÚBITO PRONO)

0

Es la posición quirúrgica más problemática, tanto por su difícil colocación como por los efectos fisiológicos que conlleva, de hecho, algunos la califican como la posición menos fisiológica que existe, sin olvidar el manejo imposible de las vías respiratorias para el anestesista. Las intervenciones principales en esta posición se realizan sobre el recto y columna vertebral.

Cuidados de Enfermería en la posición prona: Es fundamental empezar reseñando que para adoptar esta posición es necesario voltear al enfermo una vez que ha sido anestesiado en posición supina. Para ello, son necesarias al menos 6 personas que deben efectuar esta maniobra de forma coordinada y cooperativa. Es esencial evitar la torsión de los miembros y mantener la cabeza estrictamente alineada
con el tronco durante el movimiento. Las manos del paciente deben protegerse del peso del cuerpo que cae sobre ellas.

– Cabeza: el posicionarla correctamente es un reto en esta posición. En el caso de pacientes con una anatomía vascular intacta, la cabeza se ladea descansándola en una almohada, ya que en estos se produce una compensación al aumentar el flujo cerebral a través de la arteria vertebral opuesta o el polígono de Willis. Sin embargo, si se trata de un enfermo con antecedentes de patología arterial
cerebral, tendremos que utilizar el soporte reposacabezas almohadillado en forma de herradura, que soporta la periferia de la cara sin presionar los ojos.

– Tronco: para aliviar la presión sobre el tórax y abdomen pondremos dos rodillos almohadillados debajo del tórax a la altura de las axilas y otros dos a nivel de las palas ilíacas (estos últimos no deben comprimir los vasos femorales). El rodete debería formarse doblando paños no arrugados.

Los requisitos de un buen rodete axilar serían:
Suficientemente grueso y no debe ser compresible, de forma que el tórax quede separado suficientemente y el hombro completamente descargado.
Suficientemente largo para servir de soporte a la anchura anteroposterior del tórax.
Suficientemente ancho para repartir la presión sobre varias costillas.
Colocarse ligeramente caudal a la axila, para evitar la compresión de las estructuras
neurovasculares axilares.

– Brazos: se colocan sobre 2 apoya-brazos con máximo cuidado, evitando hiperextensiones y caídas.
Protección adecuada de los codos.

– Miembros inferiores: se protegen las rodillas y los pies, evitando el roce de los dedos con la mesa.
Se elevará la parte inferior de las piernas, favoreciendo el buen drenaje (siempre y cuando esto no moleste en la intervención).

– Evitar presiones en las mamas de las mujeres y en el aparato genital masculino.

– Antes de colocar los paños estériles revisaremos minuciosamente al paciente.